EL SECRETO DEL BOSQUE
La única que conocía la verdad de lo que estaba
pasando era
Aquella tarde, el extraño personaje al que llaman
DESEO, había visitado su majestuosa sombra. Venía desconsolado, lloraba
indetenible y se quejaba por haber quebrado su último antifaz. Su afán habitual
le había hecho perder, uno a uno en arrebatos de lujuria, sus 7 mascarines. De
no hallar solución a su completa desnudez desaparecería para siempre del mundo
de los recordados y viviría sumergido en el oscuro limbo de los desconocidos.
Llegó entonces el AMOR, abstraído, soñador,
regocijado en la belleza de la sagrada Ceiba, a sus pies seguía el indefenso
DESEO que no conseguía darle solución a su triste desnudez, el AMOR, sin
pensarlo siquiera, sacó una bonita careta y se la obsequió lleno de felicidad.
Desde entonces visita con frecuencia a su adorada
Ceiba, en sus viajes se le escucha pregonando, por los caminos luminosos, su
copla de conquista y seducción. Su verbo nos atrae, nos incita, nos halaga, nos
hechiza y en su embrujo es posible confundirlo y concederse a la mirada
penetrante del DESEO escondido tras la máscara del AMOR.
Johnny
Lenin Romero Peralta
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