Despedida
Se nos acaba
la vida
sin promisorio destino,
en ti no tengo cabida,
tu senda no es mi camino.
Si tan solo hubiese estado
tu mente y tu corazón
juntos en la decisión
de permanecer a mi lado,
tendrías ahora tú al hombre
que muere triste en tu ausencia,
que sintió en si tu presencia
y que te amó con pasión.
Que vio en tus ojos su luna,
que saboreó en tu boca su sol,
que se fundió en tu cuerpo su estrella,
que se abrigó en tu alma su Dios.
Johnny Lenin Romero
Peralta
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